La locura tiene un enorme peso simbólico en nuestra cultura, asociándose a peligro, transgresión, genialidad, etc., y la actitud social hacia la misma va desde el temor, la desconfianza o la inquietud hasta la curiosidad e, incluso, la burla, pero, también, en ocasiones, a su reivindicación en un mundo o una sociedad alienante. Este libro recoge algunos estudios de caso referidos a la literatura, el cine o el teatro que dan cuenta de la presencia de la locura en la producción cultural del tardofranquismo y la Transición, una presencia quizá modesta pero, sin duda, digna de tenerse en cuenta. Los análisis de los emblemáticos montajes teatrales del Marat-Sade, de los contenidos de la novela Los renglones torcidos de Dios, de inusitado éxito en su momento, de ciertas producciones cinematográficas —documentales y de ficción— o del fenómeno cultural que supuso la sofrología en los años setenta permiten valorar cómo la problemática de la locura, tanto desde el punto de vista médico o psicológico (enfermedad o trastorno mental), como desde una perspectiva filosófica o antropológica, fue representada en diversas manifestaciones artísticas y culturales en tiempos de profundos cambios sociales.