El marketing, tal y como lo conocemos hoy, tiene que ver con la imagen, tiene que ver con conseguir que los consumidores adoren nuestros productos, tiene que ver con anuncios galardonados y promociones, y con la creación de anuncios que gusten a la gente. Tiene que ver con palabras de moda como «acontecimientos», «relaciones» e «intimidad». El problema es que no funciona. Eso dice el «Aya-Cola» Sergio Zyman, el zar del marketing de Coca-Cola en dos periodos distintos y hoy quizá el asesor –y criticón— de marketing más famoso del mundo. Brillante e irascible, Zyman es conocido por haber reinventado el modo en que The Coca-Cola Company abordó el marketing cuando llevó a cabo el lanzamiento de marcas globales de talla mundial como Coca-Cola Light, la Nueva Coca-Cola, la Coca-Coca Clásica, Fruitopia y Sprite. En un periodo total de trece años, Zyman dirigió una vigorosa labor de marketing en la que manejó millones dólares, planeando campañas tan eternas como «Coca-Cola es así» y «Siempre Coca-Cola», gracias a los cuales se vendieron más de quince mil millones de cajas de productos de Coca-Cola al año a más de cinco mil millones de consumidores en ciento noventa países.