Precio:
6,70
N. Pág:
480
N. Edic:
1

Entre el placer y los negocios; Bajo el muérdago; Amor en las islas


HARLEQUIN IBERICA. S.A
  • 9788468747842
  • 7 de Octubre de 2014
  • 17 cm. x 10 cm.
  • Español
  • Inglés
  • 480
  • 6,70
  • Tapa blanda o Bolsillo
6,70 €

Cantidad:
Resumen:

Entre el placer y los negocios

Lissa Manley


¿Cómo podría convencerla de que serían magníficos compañeros en los negocios… y en el amor?


Brandon Clark enseguida se dio cuenta de que había algo extraño en aquella cena que había organizado su hija… y entonces se encontró con la bella madre de la mejor amiga de su hija, que además era su mayor adversaria en los negocios. Jill Lindstrom era una fuerza de la naturaleza, llena de pasión y ternura… y empeñada en tener éxito con su restaurante.


La atracción que había entre ellos era innegable… hasta que Jill descubrió que él era la competencia. Sus hijas intentaban unirlos y Brandon no tardaría en caer en aquella romántica trampa...


Bajo el muérdago

Julianna Morris


Aunque no quería tener otra esposa, deseaba ardientemente besar a aquella mujer...


En cuanto se instalaron en Washington la historia empezó a repetirse: el comité de bienvenida de las solteras del lugar, las comidas caseras de regalo... Alex McKenzie era viudo, sí, pero no buscaba una nueva esposa.


Sin embargo, su hijo de cuatro años sí parecía haber encontrado una nueva madre… y justo a tiempo para las vacaciones.


La vecina Shannon O’Rourke era guapa, inteligente y soltera... y no le había llevado ni una tartera con comida casera. Quizá no estuviera hecha para ser la esposa de nadie, pero lo cierto era que Shannon había conseguido que el hijo de Alex volviera a sonreír… algo que él no había logrado.


Amor en las islas

Judy Christenberry


¿Qué mal podía hacer un inocente coqueteo?


Shelby Cook deseaba saber algo más sobre el hombre con el que su tía Kay llevaba quince años manteniendo correspondencia y quién mejor para darle información que su mejor amigo, Pete Campbell. Además, pasar algún tiempo con Pete no sería ningún tipo de tortura.


Pero no iba a resultar tan fácil conseguir que le contara los secretos de su amigo. Quizá pudiera tentar a Pete con sus besos…

Envíanos tu comentario
`;