Hace solamente 10 años, el SCIC celebraba su 30º aniversario: cinco mil cantores de las corales infantiles de toda Catalunya acompañados por la Cobla Sant Jordi y dirigidos por Josep Prats estrenaban,en el Palau Sant Jordi de Barcelona, la cantata El timbaler del Bruc. Para un acontecimiento de tanta importancia, el SCIC encargó la obra a dos autores de reconocida categoría como son el compositor Manuel Oltra y la escritora Núria Albó, quines garantizaron la riqueza musical y la exquisitez de los textos. Esta cantata, lejos de tratarse de una obra bélica que conmemore la victoria de una guerra, quiere expresar un deseo de paz y de esperanza, así como la necesidad de autoafirmación del pueblo catalán. La autora del texto ha querido insistir en la angustia que causa la guerra, en la belleza de la paz, pero también en la necesidad de defender la propia tierra y las propies libertades. A su vez, la música transmite este mismo mensaje: esta divergencia de estados de ánimo ha quedado bellamente expresada en la magnífica música de Manuel Oltra, que va desde el lirismo a la marcialidad, desde el estallido victorioso a la solemnidad del coro final, donde se expresa el deseo de que no haya más guerras y que los hombres aprendan a ser buenos hermanos.