Esta obra intenta conseguir ?humildemente- dos objetivos; servir al investigador que se ocupa de los temas de dialectología, con la aportación sobre un habla fronteriza, y aproximar a los propios usuarios de la lengua al conocimiento de un hecho lingüístico peculiar. Por esta doble razón el tono general del libro intenta combinar la descripción de las valiosas aportaciones de los hablantes de Sot con la reflexión fitológica. La investigación lingüística no posee valor por ella misma si está desconectada de los hechos culturales y de los valores que rigen en la sociedad. Por esta razón también, el amor por las lenguas y sus realizaciones concretas debe ir unido al amor por las gentes que las utilizan. Sólo así se logra desentrañar los secretos de las palabras y del corazón de los pueblos.