Parece que Begbie, el psicópata de Trainspotting, se ha reformado. Pero el asesinato de uno de sus hijos desatará una espiral de violencia.

Begbie se ha reformado. Ahora vive en la costa de California, tiene una casa de lo más confortable, una esposa llamada Melanie y dos hijas, un nuevo nombre –Jim Francis– y una nueva profesión: escultor, reconocido por sus bustos distorsionados y mutilados de rostros famosos.

Pero el pasado siempre vuelve y un día su hermana llama para comunicarle que Sean, uno de los dos hijos de una relación previa que dejó en Edimburgo, ha muerto. Más concretamente: ha sido asesinado. Begbie regresa al hogar y ante la falta de pistas de la policía, se pone a indagar por su cuenta. Estas andanzas detectivescas propiciarán el reencuentro con viejos conocidos, la destrucción de valiosos cuadros, el incendio de una casa, un reguero de cadáveres y diversas situaciones de violencia extrema... hasta llegar a una resolución del caso del todo inesperada.